USO ILÍCITO DEL GLIFOSATO PARA LA SALUD
En enero de 1992, el Consejo Nacional de Estupefaciente después de haber evaluado diferentes herbicidas y, en noviembre de 2001, autorizó la aspersión aérea controlada de cultivos ilícitos, mediante el empleo del agente químico glifosato, mediante la Resolución 1065, en ese entonces el Ministerio del Medio Ambiente, impuso el Plan de Manejo Ambiental a la Dirección Nacional de Estupefacientes, ejecutándose a partir de la Resolución 1054 del 2003 con el fin de dar seguimiento a todas la actividades objeto del Programa de Erradicación de Cultivos Ilícitos con Glifosato. El inicio de las aspersiones trajo consigo innumerables quejas, las cuales se referían a afectaciones de los cultivos lícitos, del agua, de los animales, del ambiente y de la salud humana. Aunque la evaluación de riesgo del herbicida y su clasificación toxicológica (1) mostraba el bajo riesgo de su uso, el Ministerio de la Protección Social, como autoridad competente en el tema, propuso un estudio el cual se llevó a cabo en forma conjunta con el Instituto Nacional de Salud, para recolectar evidencias epidemiológicas que permitieran una mejor comprensión sobre los efectos agudos que se podrían estar ocasionando como consecuencia de la aplicación de la mezcla utilizada. En relación con los plaguicidas empleados en el país, la Dirección Nacional de Estupefacientes y la Sección de Asuntos Narcóticos de la Embajada de los Estados Unidos publicaron, en 1999, un informe en el que se reportó que 98,7% de los cultivadores utilizaban insecticidas y fungicidas para controlar las plagas y enfermedades; 92,5% utilizaba fertilizantes químicos y 95,5% controlaba la competencia de otras plantas con herbicidas (Uribe S. Proyecto sobre rendimientos de las plantaciones de coca en Colombia, Informe de progreso Nº 5. Bogotá, octubre 25 de 1999). Por otro lado, la investigación del Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas (SINCHI) muestra que los productores, al contrario de lo que acostumbran a hacer con su producción de pan coger, se esmeran por realizar labores agrícolas como desyerbar en sus cultivos ilícitos, al igual que acostumbran a controlar químicamente los insectos y plagas. El herbicida empleado para la erradicación de los cultivos ilícitos es el patentado por la casa Monsanto con la marca comercial Roundup®, el cual está compuesto por 480 g/L de la sal isopropilamina de N-fosfonometilglicina. El glifosato es uno de los plaguicidas más ampliamente utilizados en todo el mundo; su uso incluye manejo agrícola, industrial, de jardinería ornamental y de malezas en las residencias, la formulación se encuentra registrada en más de cien países y es usado en 60 cultivos agrícolas, aproximadamente.
Otro reflejo del gran uso de plaguicidas es el reporte de intoxicaciones a través del Sistema de Vigilancia en Salud Pública Nacional (SIVIGILA), en el que se reportaron, para el 2006, un total de 8.777 intoxicaciones por sustancias químicas, de las cuales, 5.219 (59,5%) correspondieron a intoxicaciones por plaguicidas y, para el 2007, se presentaron 12.848 intoxicaciones por sustancias químicas, 47,8% (6.141) de las cuales fueron por plaguicidas (3). En relación con la aplicación operativa de la estrategia de aspersión aérea, ésta es ejecutada por la Dirección Antinarcóticos de la Policía Nacional. En ese sentido, el Programa de Erradicación de Cultivos Ilícitos con Glifosato se ejecuta según lo establecido en el Plan de Manejo Ambiental (4, Sección Asuntos Narcóticos, Dirección de Antinarcóticos, Policía Nacional. Acercamiento a la actividad agronómica y la problemática ambiental de los cultivos de coca en Colombia. Documento técnico, 2005) y en el Decreto 1843 de 1991 del Ministerio de Salud, que reglamenta el uso y manejo de plaguicidas en el territorio nacional. La verificación del cumplimiento del Plan de Manejo Ambiental la realiza el Ministerio del Medio Ambiente y Vivienda Territorial, mediante visitas de seguimiento a las diferentes áreas donde se adelantan las labores de aspersión (6).
El decreto.1843 de 1991 del Ministerio de Salud, que reglamenta el uso y manejo de plaguicidas en el territorio nacional. La verificación del cumplimiento del Plan de Manejo Ambiental la realiza el Ministerio del Medio Ambiente y Vivienda Territorial, mediante visitas de seguimiento a las diferentes áreas donde se adelantan las labores de aspersión. En el país, el glifosato es uno de los herbicidas más utilizados. Se emplea para madurar la caña de azúcar en el Valle del Cauca hace más de 30 años y, como herbicida, en cultivos de café, banano, arroz, cacao, palma africana y cítricos. Igualmente, es el herbicida empleado en el Programa de Erradicación de Cultivos Ilícitos (2). Sin embargo, el uso de glifosato en el programa de aspersión de coca y amapola representa una fracción relativamente pequeña del total de su uso en Colombia (7). El glifosato es un herbicida de amplio espectro, no selectivo y post emergente, cuya fórmula empírica es C3H8NO5P, que corresponde a un ácido orgánico débil formado por una molécula de glicina y otra de fosfonometilo. Su forma física es un polvo cristalino, blanco, inodoro, con un peso específico de 1.704, soluble en agua e insoluble en solventes orgánicos y no tiene volatilización significativa (8). Ejerce su mecanismo de acción por inhibición de la enzima 5-enolpiruvil-shikimato-3-P sintetasa, esencial en el proceso de síntesis de los aminoácidos.
El glifosato es adsorbido rápida y fuertemente por las partículas del suelo, lo cual impide su movilidad y su lixiviación, y lo inhabilita para ser absorbido a través de las raíces. Uno de los principales productos de la degradación por la acción bacteriana es el ácido amino-metil-fosfónico, el cual es biodegradable y tiene una vida media de 30 días, aproximadamente. Al alcanzar el agua, el glifosato es absorbido por partículas en suspensión o en sedimentación para luego ser degradado, lo cual ocurre más lentamente que en los suelos, a causa del menor número de microbios; alcanza una vida media de 7 a 10 semanas en aguas naturales (11). Los plaguicidas que contienen glifosato, como el Roundup®, están registrados en Colombia en la categoría toxicológica IV, ligeramente tóxicos, basados en la dosis letal 50 (DL50) por vía oral del ingrediente activo en ratas, considerada mayor de 5.000 mg/kg. Por tener toxicidad oral aguda y dérmica relativamente baja, ha sido clasificado por la Environmental Protection Agency, (EPA) en la categoría III (ligeramente tóxico) y en el grupo E de oncogenicidad como no carcinogénico para humanos (12). La toxicidad aguda (DL50) para el glifosato comercial por vía oral y cutánea es mayor de 5.000 mg/kg, y por inhalación, mayor de 3.400 mg/L (13). Los estudios toxicocinéticos en animales de experimentación muestran una absorción de 30% a 36% en el tubo digestivo y una escasa absorción por vía cutánea. Una vez absorbido, se distribuye ampliamente en todo el organismo; 15% a 29% se excreta por la orina, 2% por el aire espirado y el 70% restante por las heces. Su metabolismo es escaso y 97% de la dosis oral se elimina como glifosato; su único metabolito es el ácido amino-metil-fosfónico, con una vida media de dos días, aproximadamente (7,8). Entre las manifestaciones clínicas por inhalación, puede causar irritación leve de la nariz y garganta, y al contacto con los ojos desencadena irritación ocular intensa, y con la piel, sensibilización, irritación leve y fotosensibilización (8). Para el caso de la intoxicación aguda por ingestión de glifosato como producto comercial, los síntomas aparecen según la dosis ingerida. Con la ingestión de 5 a 150 ml se presentan síntomas leves, principalmente gastrointestinales, como náuseas, vómito, diarrea y dolor abdominal, que se resuelven en el lapso de 24 horas. Con ingestión de 20 a 500 ml, se presentan síntomas moderados gastrointestinales que duran más de 24 horas, como hemorragias gastrointestinales, esofagitis o gastritis verificables por endoscopia, y ulceración oral e hipotensión. En las intoxicaciones graves se puede presentar disfunción respiratoria, falla renal, falla cardiaca, coma y muerte (13-15). El glifosato no fue mutagénico en ensayos de células mamíferas en sistemas in vitro e in vivo. Se ha informado sobre efectos nocivos en estudios de linfocitos humanos, los que mostraron que el glifosato produce cambios en el ADN de cromátides hermanas (15,16) y, como principio activo, es mucho menos citotóxico para las células mononucleares de sangre periférica que la formulación comercial (16).En cuanto a la teratogénesis y toxicidad para el embrión, en dosis superiores a 3.500 mg/kg diarios de glifosato, en ratas, se observó toxicidad para el desarrollo en forma de pérdida de la osificación del esternón y disminución del peso corporal total. Estas dosis también fueron tóxicas para las madres: el nivel de no efecto observable (NOEL) para el desarrollo y la toxicidad materna, fue de 1.000 mg/kg diarios. En un estudio sobre la reproducción en tres generaciones de ratas, a diferentes dosis, el hallazgo tóxico significativo fue dilatación tubular en los riñones de los recién nacidos de la primera generación de las madres que recibieron las dosis más altas (30 mg/kg diarios); el NOEL para este efecto fue de 10 mg/kg diarios.
Aunque ninguno de los estudios sobre mutagénesis requeridos para el registro del glifosato ha mostrado acción mutagénica, los resultados son diferentes cuando se realizan con formulaciones comerciales a base de glifosato. Por ejemplo, en estudios de laboratorio con varios organismos, se encontró que el Roundup® incrementó la frecuencia de mutaciones letales recesivas ligadas al sexo en la mosca de la fruta. También, se ha reportado daño al ADN en pruebas de laboratorio con tejidos y órganos de ratón (20-22) y, de igual forma, no se ha asociado con incidencia de cáncer (23). Como antecedentes de investigación en el tema en Colombia, se tiene información de tres estudios descriptivos.
Uno fue realizado por Revelo et al. (24), “Efectos de la fumigación con glifosato en los municipios de Valle de Guamuez, San Miguel y Orito, PutumayoColombia, diciembre 2001”, en el cual se hizo un análisis de la información consignada en los formatos de quejas, presentadas en la Personería Municipal de los municipios de Valle del Guamuez, San Miguel y suministrada por la Unidad de Asistencia Técnica de Orito. En éste se encontró que 1.153 (80%) de las 1.443 quejas presentadas ante las personerías de Valle del Guamuez, San Miguel y Orito hacen referencia a problemas de salud atribuidos a la aspersión. La frecuencia de síntomas referidos fue: brotes en piel (524), fiebre (516), cefalea (469), infección respiratoria aguda (454), diarrea (373), vómito (281), dolor abdominal (221), malestar general (179), mareos (137), angustia, miedo y pánico (64), dolor de garganta (41), conjuntivitis (32) y otros síntomas (30). Los porcentajes de cambio calculados en la morbilidad atendida en los meses de enero y febrero de 2000, comparados con el 2001, en el Hospital de La Hormiga, reportan un incremento estadísticamente significativo para eventos como fiebre, diarrea, dolor abdominal, infección respiratoria aguda e infecciones de piel (p<0,005) El segundo estudio fue realizado por Uribe et al. y consistió en la revisión de las denuncias presentadas por la comunidad de Aponte en el noroccidente de Nariño, durante las aspersiones realizadas en el 2000. De las 29 quejas reportadas, se obtuvieron 21 historias clínicas que estaban disponibles en el Puesto de Salud de Aponte, en las cuales se encontraron diagnósticos de enfermedades de origen infeccioso o por otras causas no relacionadas con intoxicación por glifosato – El tercer estudio, también llevado a cabo por Uribe et al., se realizó en los municipios del departamento del Putumayo, donde se practicó aspersión controlada de 460 en diciembre de 2000 y febrero de 2001.
En el estudio se observaron y midieron retrospectivamente los posibles efectos sobre la salud humana atribuibles a la exposición al glifosato y los posibles efectos por exposición a otros plaguicidas empleados para cultivar coca. Se encontró que los problemas de salud observados en los municipios objeto del estudio tuvieron una tasa de prevalencia similares a las encontradas en los reportes epidemiológicos de los años previos al inicio de las aspersiones. Las enfermedades referidas con mayor frecuencia por la población fueron gastrointestinales, cutáneas, oculares y respiratorias; sin embargo, las quejas en salud no se relacionaron con la localización de los sujetos en el momento de la aspersión. Igualmente, se encontró que los síntomas manifestados pueden tener su origen en la exposición crónica de la población a los múltiples productos agroquímicos empleados en los cultivos de coca en el departamento del Putumayo.
En ninguno de los estudios mencionados anteriormente se pudo establecer un nexo de causalidad entre los problemas de salud reportados y el Programa de Erradicación de Cultivos Ilícitos con Glifosato. Por ejemplo, muchos de los cuadros clínicos reportados no coinciden con las fechas en las que se efectuaron las aspersiones, mientras que las condiciones de salud reportadas corresponden con las condiciones endémicas de estas zonas. Por otra parte, los estudios realizados fueron de tipo retrospectivo, lo cual no permite establecer ni descartar una relación entre la exposición a una sustancia dada y las manifestaciones clínicas debidas a su exposición. El presente estudio tuvo como objetivo explorar los posibles efectos del glifosato y otros plaguicidas sobre la salud humana, como resultado de las aspersiones aéreas, mediante la detección de los posibles casos de intoxicación aguda por plaguicidas que se presenten en forma concomitante con la aplicación aérea de glifosato, la descripción de las manifestaciones clínicas de la exposición humana al glifosato, la caracterización de la exposición de la población de las áreas asperjadas a otros plaguicidas y la exploración de algunas actitudes de la población frente a las aspersiones aéreas. Es de anotar que, en este estudio, no se evaluaron los impactos sociales, políticos, económicos ni ambientales de la medida, que podrían contribuir a la explicación de la gran mayoría de quejas.
¿Podrían los efectos carcinogénicos del glifosato estar relacionados con los otros químicos en las formulaciones? No. La evaluación de las Monografías de la IARC (Agencia Internacional para la Investigación en Cáncer), se basa en el ensamblaje sistemático y la revisión de toda la evidencia disponible públicamente relacionada con la carcinogenicidad del glifosato. La exposición de la mayoría de las personas al glifosato se refiere a formulaciones comerciales que incluyen glifosato y otros ingredientes. La monografía incluía estos estudios de exposiciones reales a humanos. También incluyó estudios experimentales de glifosato «puro» y de formulaciones basadas en glifosato. Para los estudios experimentales de glifosato «puro», la monografía concluyó que la evidencia de causar cáncer en animales experimentales era «suficiente» y que la evidencia de que causaba genotoxicidad era «fuerte». Las exposiciones en el mundo real que experimentan las poblaciones humanas corresponden a una variedad de formulaciones de glifosato con otras sustancias químicas, porque así es como se vende y se usa principalmente el glifosato. Se informaron resultados similares en estudios de diferentes formulaciones utilizadas en diferentes regiones geográficas en diferentes momentos. Tomando todas estas pruebas juntas, el Grupo de Trabajo de IARC clasificó al glifosato como «probablemente carcinogénico para los humanos» (Grupo 2A). Siguiendo los criterios del Preámbulo de las Monografías de la IARC, la clasificación del glifosato se basa en pruebas «limitadas» de cáncer en humanos (de exposiciones que realmente se produjeron) y pruebas «suficientes» de cáncer en animales experimentales (de estudios de «puro» glifosato). Esta clasificación está respaldada por evidencia «fuerte» de genotoxicidad, tanto para glifosato «puro» como para formulaciones de glifosato.
En los estudios evaluados por IARC, ¿se observaron cánceres solo en animales expuestos a las dosis tóxico de glifosato? No. El Grupo de Trabajo de IARC identificó tendencias estadísticamente significativas de un mayor número de cánceres con dosis más altas de glifosato «puro» en estudios con ratones, lo que sugiere un aumento de la respuesta con la dosis. Cánceres se observaron en ausencia de toxicidad. Una consideración importante en la evaluación del Grupo de Trabajo de IARC fue que el glifosato causó inusuales tipos de tumores, que rara vez se observan en animales no tratados. Los tumores raros pueden proporcionar importantes evidencias de una relación de causa y efecto, pero solo puede verse en dosis altas. El trabajo de IARC evidencia de una relación de causa y efecto, pero solo puede verse en dosis altas. El trabajo de IARC en la evaluación de estos tumores estaba en línea con los principios aceptados y proporcionó resultados. Las agencias reguladoras han revisado los estudios clave examinados por IARC, y más, y Llegó a la conclusión de que el glifosato no presenta riesgos irracionales para los humanos. ¿Qué hizo diferente IARC? Muchas agencias reguladoras se basan principalmente en datos de la industria de estudios toxicológicos que no están disponibles en el dominio público. En contraste, IARC reúne y evalúa sistemáticamente toda la evidencia relevante disponible en el dominio público para revisión científica independiente.
Para la Monografía de la IARC sobre el glifosato, el volumen total de publicaciones y otras fuentes de información considerado por el Grupo de Trabajo fue alrededor de 1000 citas. Todas las citas fueron examinadas para relevancia, siguiendo los principios en el Preámbulo de las Monografías IARC. Después de este proceso de selección, las secciones de la monografía sobre epidemiología del cáncer y bioensayos de cáncer en los animales de laboratorio citaron todos los estudios incluidos. Las secciones sobre exposición y mecanismos de la carcinogénesis consideran estudios representativos y, por lo tanto, no necesariamente cita todos los casos identificados estudiados. Una vez publicado, la Monografía de la IARC sobre glifosato citó 269 referencias.
En aras de la transparencia, las evaluaciones de IARC se basan únicamente en datos que son de dominio público y disponible para revisión científica independiente. La evaluación del glifosato realizada por el Grupo de Trabajo de la IARC incluyó cualquier estudio de la industria que cumpla con estos criterios. Sin embargo, no incluyeron datos de tablas de resumen en suplementos en línea a los artículos publicados, que no proporcionaron detalles suficientes para evaluación. Este fue el caso de algunos de los estudios de la industria del cáncer en animales de experimentación. Con el material revisado por el Grupo de Trabajo, hubo pruebas suficientes para concluir que el glifosato es probable que sea cancerígeno para los humanos. ¿Qué significa la clasificación de IARC en términos de la probabilidad de desarrollar un cáncer? Clasificación del glifosato del Grupo de Trabajo de la IARC como «probablemente carcinogénico para los humanos» (Grupo 2A), Esta se basa en pruebas «limitadas» de cáncer en humanos (a partir de exposiciones reales que realmente ocurrieron) y «Suficiente» evidencia de cáncer en animales experimentales (de estudios de glifosato «puro»). La clasificación está respaldada por evidencia «fuerte» de genotoxicidad, tanto por el glifosato «puro» como por formulaciones de glifosato. La evaluación de monografías de IARC es una clasificación de peligro. Indica la fuerza de la evidencia de que el glifosato puede causar cáncer. La probabilidad de desarrollar un cáncer dependerá de factores como el tipo y extensión de la exposición y la fuerza del efecto del agente.
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