COLOMBIA FRENTE AL TERCER PICO Y LA CRISIS PANDÉMICA

El manejo de la pandemia es desastroso y el camino restante es muy doloroso

César M. Carrillo M. MD

El señor presidente Ivan Duque parece ser el único optimista en cuanto a los resultados de la pandemia no solo en el balance relacionado con la salud, también lo es respecto de la situación económica y social. En efecto, todas las intervenciones públicas el señor presidente y sus ministros, con el de salud a la cabeza, pregonan resultados exitosos que no se ven por ningún lado. Todo lo contario, en el concierto mundial Colombia es un país tomado como ejemplo por hacer lo que se debía hacer, pero hacerlo mal.

El gobierno se encuentra en la tónica de hacer balances finales y planes de reactivación optimistas sin soporte en la realidad ya que desconocen la real devastación en que nos encontramos.

Las consecuencias sanitarias y económicas de la pandemia en Colombia.

El 6 de marzo de 2020 se presentó el primer caso oficial por Covid 19, fecha a partir de la cual se han presentado consecuencias negativas en casi todos los sectores, principalmente en la salud y la economía del país.

Según cifras publicadas por el portal oficial coronavirus Colombia[1] parece que ya estamos superando la etapa crítica de la tercera ola pandémica. Los registros diarios indican que se llegó a la cifra máxima de 33.594 infectados el 26 de junio y al pico en muertes el 28 de junio con 663 personas fallecidas. La tasa de mortalidad nacional ha venido bajando, ubicándose en 2,49 % el 6 de julio después de haber tenido valores por encima de 2,6%. A partir de esas fechas el número de infectados y fallecidos ha venido disminuyendo progresivamente, tendencia que se sigue observando.

El balance temporal de la pandemia es desastroso. La presidencia y los gobiernos locales han dado a la pandemia un manejo en el que parece se muestran más preocupados por su imagen política que la salud pública y la situación socioeconómica de sus gobernados. Las cifras oficiales del Ministerio de Salud y la Presidencia de la República señalan que a 14 de julio de 2021 habían fallecido 113.839 personas. La cifra equivale a decir que han fallecido 3.13 veces el aforo del estadio del Campin (el estadio tiene una capacidad máxima de 36.343​ espectadores).

En el sector económico las consecuencias también son muy oscuras como lo ha reconocido la ANDI[2]. Durante la pandemia Colombia alcanzó una tasa de desempleo que nos coloca como uno de los peores países[3] y, según el Banco Mundial, solo superamos a Armenia, Gabón, Libia, Namibia, Bosnia, Túnez, Jordania, Nueva Caledonia, San Vicente y Granadinas. A nivel de Latinoamérica y el Caribe, la tasa de desempleo en 2020 alcanzó un 16,1 %, según la CEPAL es la tercera más alta después de las de Jamaica (19,5%) y Venezuela, (mayor al 30,0%.   La población joven trabajadora de 14 a 28 años es la que más sufre debido a los altos niveles de desempleo, ya que en 2018 se tenían cifras superiores al 16,0 % y en 2019 se subió a 19,5 %, que llega casi al 30.0% en 2020. La tasa de desempleo de las mujeres supera el 30% y en las jóvenes es superior al 40,0%, una verdadera tragedia y nadie, en el gobierno nacional o local, ha hecho algo efectivo para ayudarlas. Colombia Inició 2021 con la economía desplomada en un 6,8% y 4,1 millones de desempleados.

Pero no todos perdieron  

En medio de la pandemia se destacan algunas empresas que han mostrado balances positivos en el campo económico. Según la Supersociedades las empresas de mejor desempeño fuero algunas del sector minero, telefonía, almacenes de grandes superficies, construcción de obras civiles.

Dentro de las empresas que han generado ganancias se encuentran las EPS para quienes la pandemia resultó ser una coyuntura muy rentable. Según la Superintendencia de Sociedades las EPS mostraron ingresos superiores a 75 billones de pesos en el 2020, siendo las más ganadoras NUEVA EPS, SURA, SANITAS, SALUD TOTAL Y MEDIMÁS.

De otra parte, las EPS son las mayores deudoras de las IPS y hospitales públicos. En primer lugar, tenemos a la NUEVA EPS, con $ 3,9 billones, le siguen MEDIMÁS ($ 2,1 billones), COOMEVA ($ 1,6 billones), ASMET SALUD ($ 966.227 millones) y COOSALUD ($ 931.678 millones). Debe tenerse en cuenta que a las EPS ya se les ha pagado $ 8 billones por servicios por fuera del plan de beneficios en salud (no PBS). Pese a su estado financiero privilegiado, las EPS no han formalizado pagos por $ 1,5 billones a los prestadores. Aportarían mucho a superar la crisis pandémica si se ponen al día con el pago de sus acreencias a los hospitales y clínicas que requieren con urgencia estos recursos para continuar atendiendo a los enfermos Covid y seguir con sus importantes programas.

El gobierno tampoco contribuye a solucionar el grave estado financiero de las redes de salud; muestra una baja ejecución de los $ 8,2 billones destinados para la atención de la emergencia sanitaria y para el aseguramiento en salud de los colombianos. El Ministerio de Salud ha ejecutado un poco menos de medio billón de pesos ($ 443.495’055.780) en las líneas de ampliación de la oferta de servicios de salud que busca aumentar la capacidad instalada en el país para la adecuación y compra de insumos destinados a la atención de la enfermedad pandémica, recursos necesarios para responder a la emergencia a través del fortalecimiento de los laboratorios de salud pública departamentales y distritales, indispensables para el diagnóstico oportuno de los casos positivos por covid-19.   

El panorama a mediano plazo.

El futuro no promete ser alentador para Colombia en materia de salud y reactivación económica y social. Nos encontramos en medio de una gran crisis en la que resultan más damnificados los jóvenes, que son las principales víctimas del desempleo, sin que se vea, por parte de los gobiernos nacional y locales un programa serio para la creación de empleo para ellos. Se entienden y comprenden sus protestas, rabias y odios contra todo lo que huela a establecimiento ya que fueron enviados a la pobreza extrema por un gobierno indolente y represor.


[1] https://www.coronaviruscolombia.gov.co/información/prevención

[2] En el caso colombiano, enfrentamos una pérdida de puestos de trabajo de 1,5 millones al comparar octubre 2020 con el mismo mes 2019. Lo anterior se traduce en una pérdida de ingresos de los hogares colombianos de 27,9 billones de pesos (2,7% del PIB) entre marzo y octubre del presente año. La situación del país es incluso más compleja teniendo en cuenta los altos índices de informalidad y el recrudecimiento de este fenómeno durante la pandemia. ANDI Colombia: balance 2020 y perspectivas 2021.

[3] Diego Otero Prada. Asociación colombiana de economía crítica- ACECRI.  Pronunciamiento frente al estallido social. Bogotá, 18 de junio de 2021

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