MÉDICOS Y REDES SOCIALES
Las Redes Sociales (RS) invaden la cotidianidad y favorecen la creación de estructuras cerradas, en el caso de WhatsApp o abiertas como Facebook o Twitter con comunicación inmediata en tiempo real, lo cual prácticamente elimina también las distancias.
La dinámica de las RS se caracteriza por las múltiples interrelaciones e interacciones entre individuos con intercambios de información en magnitudes exponenciales, dando lugar a fenómenos emergentes e inciertos a nivel individual y grupal que pueden ser explicados mediante la Teoría de la Complejidad (G. Celis 2007)
La comunicación a través de las RS representa una herramienta que mejora la eficiencia de múltiples actividades económicas y sociales. Sin embargo, es tal su penetración, que, de herramienta prescindible, se ha venido convirtiendo en connatural al individuo haciéndose, por lo tanto, cada vez mas imprescindible. Esto supone un cambio aparentemente sutil pero significativo en la experiencia existencial del hombre y por lo tanto en las implicaciones que tienen sus interacciones con los otros.
La ponderación que la sociedad ha hecho sobre las RS establece tendencias llamadas utópicas o distópicas, según se muestren a favor o en contra de este fenómeno. Aquellos catalogados como utópicos ven en las RS nuevas oportunidades, expansión de la condición humana, memoria ilimitada, aumento del poder del procesamiento, eliminación de las distancias geográficas y de las limitantes de tiempo, todo puede estar en permanente comunicación, favorece el cierre de las brechas socioeconómicas y consideran que aumentan las habilidades cognitivas de mucha gente y consideran positivo de tener toda esta infraestructura. En contraste, los distópicos no están a favor de estas circunstancias, mantienen que no es verdad que expandan la mente humana, que es mas bien constituyen una muletilla o barrera para que la persona genere mayor actividad mental, por el contrario se gestan mentes perezosas, menos poderosas y menos independientes, igualmente la colaboración es una colaboración temporal que no une realmente a las personas y en cambio favorecen el aislamiento de las personas cercanas como son los familiares y los amigos.
En lo que respecta a la actividad médica, existen redes con múltiples propósitos: laborales, educativas, de apoyo a pacientes o pares, de publicidad, mercadeo y propósitos mixtos, como ejemplos se encuentra Research Gate, Sermo, #eHealth, Neomed, entre otras. Se trata de redes denominadas verticales por su característica de estar dedicadas a un tópico específico, lo cual resulta eficiente para sus usuarios.
Entre los profesionales de la salud se han estado abriendo espacios de reflexión respecto al uso de las RS en la profesión, considerando que debido a que la inmediatez de la comunicación puede estar generando compromisos no advertidos que exponen el ejercicio profesional a nuevas responsabilidades. Es necesario tener claridad en lo que implica un acto médico mediado por estas tecnologías; nos podemos preguntar: ¿Cuáles son las directrices que tenemos frente al uso de las RS?, ¿Qué recomendaciones son necesarias para las personas en formación, para los médicos y para otros profesionales de la salud?
Desde finales del siglo pasado acudimos al establecimiento de una relación médico paciente cada vez más distanciada, alejada, intervenida progresivamente por terceros, inclusive para dar “aval” a las decisiones médicas desde las áreas administrativas. Esto ha generado unas rupturas muy significativas en la relación médico– paciente, que sumadas al impacto de las nuevas tecnologías, de la inteligencia artificial, las redes sociales, la adopción de las políticas de libre mercado y la reducción de las funciones del Estado, han generado nuevas estrategias de acceso de la población a los servicios de salud y entonces cambios en la práctica del médico y en la percepción y valoración por parte de la población en detrimento de la confianza que ha sido el pilar de esta relación.
Cabe entonces preguntarse por el impacto de las RS en la relación médico-paciente. Lo que estamos viendo es una ruptura espacio temporal. Los escenarios convencionales de atención como el consultorio, los pabellones de hospitalización están siendo cada vez más desconfigurados en favor de escenarios virtuales. Por lo anterior es necesario reflexionar sobre las implicaciones del Acto Médico que busca ser implementado mediante estas herramientas.
Otro gran impacto de las RS se establece en la relación entre colegas que también empieza a generar interrogantes respecto a su vinculación de esas interacciones desde la perspectiva médico-legal respecto a funciones laborales como por ejemplo entregas de turno mediante Whats App. Surge la duda si son comunicaciones confiables, efectivas, válidas y seguras respecto a la protección debida de la privacidad bajo el supuesto que se trata de redes sociales cerradas, pero sin garantía de la no transferencia de la información a una red abierta.
Otro aspecto es la connotación legal de las recomendaciones médicas emitidas en estas circunstancias con elementos clínicos limitados, que puede determinar decisiones inadecuadas, lo cual representaría una práctica riesgosa.
El derecho a la intimidad y a la privacidad que tienen todos los ciudadanos puede verse comprometido en el momento de enviar información a terceros sin la debida autorización del titular del derecho y aún con la autorización, esta no puede ser interpretada como renuncia al derecho. Esto establece una zona gris que es necesario definir respecto a aquello estrictamente privado y aquello que puede ser público.
Por otra parte, el acceso a las RS no es universal, una población élite cuenta con ellas; tanto profesionales, como personas que buscan acceder por cuestiones de “salud”. Hay personas que no acceden por analfabetismo tecnológico, por falta de recursos o por poca disponibilidad de tecnología, lo cual plantea un nuevo escenario de desigualdad
La información transferida a través de RS es el insumo de los Big Data y su procesamiento mediante inteligencia artificial que, a la postre, dan cuenta de los comportamientos o las búsquedas de información de los usuarios, lo cual también genera impacto frente a las ofertas en salud.
Se pretende no desvirtuar la relación médico – paciente, es crucial mantener una comunicación directa, contacto visual, olfato, la actitud del paciente, son circunstancia de sensibilidad que optimizan el acto médico, ¿pero como modular las tendencias?
Se plantea la necesidad de establecer en nuestro medio estándares de conducta de los profesionales de la salud que usan RS en cuanto a su participación, su vinculación, el lenguaje suficiente para asegurar una comunicación efectiva, promoción de las responsabilidades profesionales de sigilo, veracidad, imagen, respeto por colegas y pacientes.
Nuestra obligación consiste en problematizar el fenómeno y buscar estrategias para conocerlo mejor, difundirlo y llegar a acuerdos de aquello que se considera una buena práctica en el uso de las RS en nuestra profesión en nuestro medio.